La Videncia Natural
VIDENTE SIN GABINETE
Cuando nacemos contamos con el don de la vista y el oído, entre muchos otros. Son nuestros sentidos, que nos permiten tomar contacto con el mundo exterior, comprenderlo e integrarnos con él. Los aprendemos a manejar como algo que es parte de nosotros, que conforma nuestra naturaleza. De la misma manera, el don de la videncia natural es equivalente a un sentido; es una capacidad que nace con algunas personas especiales.
Las videntes de nacimiento tienen esta habilidad especial de percepción, penetración espiritual, clarividencia y visión del futuro que solo aparece en contadas personas. La notan cuando son niñas pequeñas, y durante la adolescencia y la edad adulta aprenden a desarrollarla.
Esta es la explicación para algunos fenómenos que no son frecuentes, pero forman parte de la naturaleza. Los encontrarás cuando entres en contacto con una de nuestras tarotistas con el don de la videncia natural. Te contaremos a continuación cómo saber cuándo una de ellas es de verdad natural.
La consulta con una vidente natural sin gabinete
Las videntes sin gabinete no necesitan intermediarios ni los utilizan para llevar a cabo su labor. Reciben por contacto directo el llamado de las personas que las necesitan, a través del teléfono. ¿Cómo puedes reconocer a una vidente natural sin gabinete?:
Calidez
Cuando entres en contacto con una de nuestras videntes, podrás notar varias cosas. La primera de ellas es la calidez, la cercanía, los sentimientos positivos que te invadirán desde el primer momento. Esto sucede porque el don de la clarividencia va siempre acompañado de una bondad intrínseca y una capacidad muy humana de comprender y de ayudar.
Por otra parte, las personas que poseen videncia natural han dedicado su vida a hacer el bien, por lo que han sido consultadas miles de veces. Esto les ha permitido, con la experiencia, desarrollar una empatía y una comprensión de los sentimientos realmente asombrosas.
Información
Otra característica de estas videntes es que no necesitas relatarles demasiados pormenores. Ellas, al escuchar tu tono de voz y tu nombre, percibirán tu aura y ya sabrán muchas cosas, sin necesidad de que las digas de forma explícita. Esta facultad les permite penetrar profundamente en tu esfera espiritual y saber de las cosas a las que no das importancia, las que has olvidado y las que no quieres ver con claridad.
Si eres una persona tímida o reservada, notarás que esos pensamientos o hechos que te da reparo comentar ya están en el conocimiento de la tarotista que hayas escogido. Tal es su virtud, la de saber lo que no se verbaliza y no se llega a explicar del todo.
De esta manera, comenzarás a recibir respuestas sin haber dado una información detallada. Esta facultad te da una ventaja adicional, y es que la mayor parte del tiempo de la consulta será dedicada a darte iluminación y guía. No emplearás ese valioso tiempo en hablar tú, sino que escuchará lo que necesitas oír.
Sinceridad
Una persona que posee el don de la videncia natural nunca te mentirá, pues es algo ajeno a su naturaleza. Podrás estar en una situación muy delicada y, aun así, no te dirá lo que deseas oír, sino lo que debes saber. Esta es una de las grandes diferencias con otras personas que se publicitan en los medios como videntes, pero que carecen del don que las hace especiales. Muchas veces, en estos casos, se recurre al halago fácil y a la complacencia.
Quien posea la facultad de la videncia natural querrá siempre ayudarte, por lo que te dirá todo lo que su visión espiritual percibe: tu pasado, tu presente y tu futuro. Lo bueno y, también, con gran delicadeza, lo que no es positivo. Te señalará las áreas en las que puedes reparar o reorientar una acción o un pensamiento, y con ello sanarás espiritualmente.
Aciertos y claridad
Una tarotista que tenga el don de la videncia natural podrá darte respuestas ciertas y concretas. Verás que cuando te hable del futuro, lo que te augura terminará por hacerse real. Esta es una de las principales características de las videntes verdaderas: su elevado número de aciertos, lo que las lleva a tener un gran número de consultas y a recibir el respaldo de cientos de testimonios de personas agradecidas.
Además, las predicciones serán muy detalladas y precisas. No recibirás respuestas generales o vagas, aplicables más o menos a cualquier situación o problema. No. Se te explicará con claridad y exactitud lo que está por suceder.
Transparencia en los pagos
Las personas dotadas del don de la videncia natural no están a tu servicio para acceder a bienes materiales. Es normal que tengan que obtener el sustento, igual que todos. Pero esta no es su motivación; por el contrario, trabajan con el único afán de hacer el bien.
Por ello son videntes más económicas y el sistema de pagos es claro y justo. Las tarifas son claras y explícitas y la información es de fácil acceso. Durante la consulta, las personas con la facultad de la videncia natural van directas al grano y no se demoran ni alargan el tiempo empleándolo en cosas innecesarias. Se concentran en ti, en tu problema y en proporcionarte soluciones.
La videncia natural solo está presente en algunas personas. Es un regalo de la naturaleza y quienes lo reciben lo prodigan con generosidad. Por ello, podrás distinguirlas sin duda alguna cuando hagas una llamada telefónica para consultarlas.