Las Cartas de la Baraja Española
SIGNIFICADO DE LAS CARTAS
Los orígenes de las cartas de la baraja española provienen de la baraja de Sevilla, la más antigua que queda en la península ibérica, que data de 1400, y cuya representación es bastante similar a la actual. Sin embargo, hay expertos que creen que las monedas, los palos, las copas y las espadas tienen algún simbolismo que proviene del antiguo Egipto.
Así, cada palo coincidiría con cada una de las capas de la sociedad egipcia: las monedas de oro estaban conectadas a los vendedores; las espadas estaban conectadas a los señores y gobernantes; las copas estaban conectadas a los sacerdotes; y los palos pertenecían a los granjeros.
Estos símbolos han permanecido a lo largo del tiempo y son populares tanto para el uso recreativo de las barajas de cartas como para las tiradas de tarot, aunque se recomienda que cualquier baraja que se utilice para jugar a las cartas o para el entretenimiento en general no se utilice con fines mágicos.
El significado de las cartas del tarot de la baraja española
Como hemos mencionado antes, las cartas de la baraja española son similares a los Arcanos Menores del Tarot de Marsella, aunque la figura de la reina desapareció de ella. Aún permanece en las barajas francesas, que no tienen caballeros).
Del mismo modo, hay barajas que tienen los números 8 y 9, y otras que no, pero en cualquiera de ellas, la potencia sigue siendo la misma.
Cada uno de los cuatro palos de la baraja española está conectado a una dimensión emocional específica de las personas al hacer una lectura del tarot, que explicaremos con más detalle a continuación.
Las copas
Este palo está relacionado con la dimensión emocional de las personas y sus problemas emocionales, como el romance, la vida en una relación, la familia, los niños, los amigos… También está conectado con los signos del zodiaco de agua, es decir, Cáncer, Piscis y Escorpio. Finalmente, es un equivalente directo a la temporada de invierno.
Las monedas
Las cartas representadas por las monedas de oro están relacionadas con el éxito o el fracaso material, y el reconocimiento de la gente. Entre otras cosas, nos darán información sobre deudas y herencias, inversiones, ingresos financieros… También coinciden con los signos del zodíaco terrestre (Tauro, Virgo y Capricornio) y la temporada de verano.
Las espadas
Este palo de la baraja española representa la salud del preguntón, ya sea física o mental; generalmente tiene connotaciones negativas y predice accidentes, enfermedades y dolencias generales. Además, representa a Géminis, Libra y Acuario, los signos que nacen bajo el elemento del aire aparte de la estación de otoño.
Los palos
En este caso, se trata de un club que aborda varios temas de forma más abierta, como el trabajo, el movimiento, la energía, la acción o incluso los viajes y desplazamientos. De la misma manera, los clubes encarnan los signos de fuego (la tríada formada por Sagitario, Leo y Aries) y representan la primavera.
PALOS DE LA BARAJA ESPAÑOLA
Evolución de las cartas de la Baraja Española
Las cartas de la baraja española son una de las barajas más empleadas por las tarotistas para realizar sus tiradas, especialmente en nuestro país.
El primer diseño de las cartas españolas tomó prestados los cuatro palos de los árabes, cambiando ligeramente los signos de los dos palos largos (originalmente con cimitarras y palos de polo) en algo más identificable por la gente local, es decir, espadas rectas y garrotes ásperos.
Las tres cartas de la corte de cada palo, que en las barajas árabes se identificaban sólo por sus nombres, se ilustraban y sus filas se convertían en un bribón (antes segundo virrey), un caballero (antes virrey) y un rey, el único que no se modificaba.
El patrón español temprano difirió del que durante los mismos años se desarrolló en Italia a partir del ancestro común. Durante casi tres siglos, en ambos países los naipes experimentaron un desarrollo paralelo.
Luego, cuando el sur de Italia cayó bajo el dominio español (siglo XVII), los naipes se extendieron a las zonas sur y central del país, dejando una profunda influencia en muchos patrones locales, aunque estos últimos tomaron su forma final mucho más tarde, en el siglo XIX.
Las barajas tradicionales españolas están hechas de cuarenta y ocho cartas:
- cada palo tiene cartas de 1 (as) a 9, terminando con una sota, un caballero y un rey. Estos últimos llevan un índice numérico diminuto: 10, 11 y 12, respectivamente.
- a partir del siglo XVII, algunos jugadores comenzaron a descartar los 8 y 9; el juego más antiguo conocido que requería una baraja de cuarenta cartas.
Todavía hoy se producen varias ediciones con sólo cuarenta cartas; en éstas, cada palo va de 1 (as) a 7, terminando con las tres cortes. Como estas últimas mantienen siempre sus índices estándar (10, 11 y 12), en estas ediciones parece existir un hueco entre el 7 (la carta de más valor) y el siguiente valor, es decir, el 10.