La Baraja Española
LOS NAIPES ESPAÑOLES
Una baraja española siempre ha sido dividida en 4 palos, llamados: Oros («monedas de oro»), Copas (copas), Espadas (espadas) y Bastos (palos). Estos símbolos supuestamente representaban las 4 clases sociales divididas por la sociedad feudal: la realeza, el clero, los militares y la gente común.
Las cartas españolas solían tener varios patrones de diseño diferentes que existían simultáneamente: El patrón gaditano, el patrón castellano y el patrón catalán, aunque las diferencias eran mínimas.
El diseño definitivo fue creado por Augusto Ríus y comercializado por Fournier en 1889. El diseño ha perdurado hasta hoy, aunque ha sido modificado un poco.
La fabricación de nuevas cartas requería la autorización de la corona española para evitar posibles trampas, ya que las cartas eran la causa de constantes disputas.
Otra distinción de los naipes españoles es el uso de «pintas», líneas discontinuas en la parte superior e inferior de la cara de los naipes que permitían a los jugadores ver los palos de sus propias cartas sin revelarlas a los demás.
Los números se añadieron 100 años después y se crearon dos versiones de la baraja. Una numerada del 1 al 7 y del 10 al 12 y otra que incluía el 8 y el 9, aunque la mayoría de los juegos de cartas españoles no hacen uso de esos dos números.
Los juegos de cartas más populares que se juegan con las cartas españolas son el mus, el tute, el chinchón, la brisca y el cinquillo.